La construcción del nuevo campo de fútbol de césped artificial ha necesitado tiempo y esfuerzo para gestionar todas las partes implicadas en el trabajo. Uno de los problemas más difíciles de resolver fue la necesidad de crear una superficie con elevada capacidad de drenaje, un sustrato capaz de resistir y superar las intensas estaciones de lluvias que caracterizan Bangladesh y la fabricación de un sistema de tuberías subterráneo que pudiese garantizar la integridad del campo, incluso en las condiciones atmosféricas más adversas.
Directamente desde Italia, se llevaron para la obra equipos y maquinarias especiales para garantizar el nivel exacto de compacidad y uniformidad de la superficie, junto con un equipo experto de técnicos que ya había gestionado proyectos similares anteriormente en Asia, siempre para la FIFA.
Limonta Sport y los socios locales han importado de los países limítrofes la mayor parte de la arena, piedras y otros materiales necesarios para la construcción del sustrato, eliminando el riesgo de utilizar materiales obsoletos disponibles en el lugar, ya que, a largo plazo, habrían podido alterar la duración e integridad del trabajo.