Los equipos entrenaban en un campo artificial antiguo, un sistema no adaptado a las necesidades de un equipo profesional. La condición del campo empujó a los profesionales y a las categorías más maduras de la cantera a buscar espacios alternativos dentro de la instalación donde poder entrenar, debido a la inestabilidad del terreno y a los riesgos que dicho tipo de superficie representaba para los músculos y las articulaciones de un adulto.
En la primavera de 2012, Limonta Sport Iberica fue elegida para renovar el look de la instalación, con un nuevo campo de fútbol de césped artificial de última generación, como el ya utilizado por el AC Milan, Ajax Amsterdam, Spartak de Moscú, Club Brujas, Villarreal y Standard de Lieja, todos fabricados por Limonta.
El Atlético de Madrid manifestó ampliamente su satisfacción a todos los niveles, desde los jugadores hasta el personal; desde los entrenadores hasta la gestión, constatando las ventajas de disponer de una superficie de juego de nivel superior, siempre perfecta para el trabajo diario de los jugadores.
A día de hoy, el nuevo terreno de juego exalta las habilidades de los jugadores de más talento, ayudando a todos los equipos a expresar el estilo de juego rápido y técnico, tradicionalmente asociado a la historia del Atlético de Madrid.